Perro
Sentado sobre las patas traseras, mira fijamente al espectador. Junto a él, un cesto de labor con almohadilla y telas.
Como Soria atribuyó decididamente a José Antolínez "un perro amarillo" en el Museo Lázaro, Camón Aznar, pensando sin duda en el Perrito faldero que fue de la Colección Sterling, firmado por ese artista, creyó que se trataba de éste, de tipo análogo pero de diferente técnica. En realidad, Soria se refería a otro perrito de la misma colección [inv. 3987] tampoco atribuible al artista madrileño. Angulo señaló que la pintura de perritos falderos no es excepcional en la España del siglo XVII, seguramente como tetimonio de afecto a determinados animales por parte de sus dueños. Aunque lo más frecuente es que acompañen a retratos de sus amos, no es raro verlos en cuadros independientes. Además del citado d ela Colección Sterling, Angulo recordó que, en el inventario del ALcázar de 1686, se recogía otro: "perrillo faldero con una alfombra, almohada y silla y un pedazo de país", obra de Francisco Rizi. Éste no puede ser atribuido con certeza a ninguno de los artistas conocidos y debe considerarse anónimo madrileño de hacia 1660-1670.
CAMÓN AZNAR, José. Guía del Museo Lázaro Galdiano. Madrid: Fundación Lázaro Galdiano, 1951. p. 79. CAMPS CAZORLA, Emilio. Inventario del Museo Lázaro Galdiano (1948-1950). PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso Emilio. Pintura española de los siglos XVII y XVIII en la Fundación Lázaro Galdiano. Madrid: 2005. p. 140.
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