El asunto representado en esta taza es la aparición y admonición de Cupido al dios Apolo tras la muerte de la serpiente, que relata Ovidio en el primer libro de la Metamorfosis. La capacidad de Lencker para la representación de la figura humana se pone de relieve con magnificiencia en esta obra, al tiempo que su habilidad y dominio del espacio circular propio de las tazas. El artífice adapta con sencillez y facilidad la composición a la superficie de que dispone, en una disposición plena de equilibrio que le caracteriza lo mismo que en otras obras. Juega también con el paisaje y la ciudad en la lejanía, de manera que prácticamente no queda zona que no esté cincelada con maestría y precisión. También su sentido de la anatomía es clásico por la proporción, la actitud y hasta la relación psicológica que se establece entre los protagonistas, pues es patente la advertencia que Cupido está haciendo a Apolo. [...]. Las dos marcas no comentadas representan sendos marcajes utilizados en el imperio austrohúngaro durante el siglo XIX. La primers marca indica que e trata de una obra antigua de plata de ley más alta y la letra D señala que se remarcó en la ciudad de Lemberg (actualmente Lwów, Ucrania) en 1806-1807. La segunda es otro remarcaje imperial, en esta ocasión válido para todas las ciudades, utilizado también para las piezas antiguas de plata de la ley más alta, pero en los años 1809-1810. (...)