Dos cuencos circulares en cristal incoloro con decoración tallada de abanicos y diamantes enrejados.
Dos cuencos que forman parte una cristalería incompleta a la que también pertenecen dos botellas (Inv. 7783), tres jarras de vino (Inv. 7784 y 7785), una copa de agua (Inv. 7788), tres copas (Inv. 7789), veintiuna copas para vino con depósito rosa (Inv. 7786), dieciocho copas de champán (Inv. 7790), once copas para vino con depósito verde (inv. 7787), veintidós copas para dulce (Inv. 7791), veintiocho cuencos para helado (Inv. 7793) y una vinagrera (Inv. 11755). Probablemente los primeros cuancos utilizados para lavarse los dedos en la mesa sean de mediados del siglo XVIII. Los más antiguos eran cilíndricos y se llenaban de agua. Sin embargo, alrededor de 1820 empezaron a utilizarse también con agua de rosas diluida. Estos cuencos precedían al postre, y existían cuencos subdivididos en dos compartimentos, uno con agua de rosas y otro con agua de colonia, en que los invitados podrían mojar la esquina de su servilleta y con ella refrescarse y limpiarse los labios y la punta de los dedos. Está realizada en las Cristalerías Saint-Louis hacia 1903, año del matrimonio de José Lázaro con Paula Florido a quién correponden las cifras grabadas en cada peiza. En origen, según un anuncio publicado en la revista L`Illustration de 7 de diciembre de 1912, el servicio de cristal constaba de 52 piezas, tenía un precio de setenta y cinco francos, sin incluir el grabado de las iniciales.
ARBÁIZAR GONZÁLEZ, Susana. Vidrio en la Fundación Lázaro Galdiano. Madrid: FLG, 2003. Pág. 106, nº 39.10. CAMPS CAZORLA, Emilio. Inventario del Museo Lázaro Galdiano (1948-1950).