El diseño de las cadenillas colgantes recuerda la de los modelos desarrollados a lo largo del XVI, mientras que la estructura de medallón remite a tipos medievales, aún presentes en las patenas veterocastellanas y leonesas de comienzos del siglo XVI, especialmente la decoración del cerquillo mediante hilo sogueado, previamente rizado o escarchado. La placa de nácar pudiera ser algo anterior, reaprovechada y adaptada a las medidas del medallón. Su diseño es frecuente en los momentos del gótico final y, en cualquier modo, como quiera que las soluciones arcaizantes del gótico conviven con las nuevas ténicas que parece sugerir el empleo d elas tres cadenas colgantes, datamos esta pieza entre los años finales del siglo XV y las décadas iniciales del siglo XVI, momento en que continúan amgas tendencias en el ámbito hispánico. La realización del nácar en sí pudiera ser obra, tanto alemana del sur o renana, como de franciscanos afinacdos en Jerusalén o Tierra Santa ya que, desde antiguo, las escenas sacras, elaboradas en nácar, fueron traídas por los peregrinos occidentales en recuerdo de su viaje.