San Blas
Pintura al óleo sobre tabla dedicada a San Blas, obispo de Sebaste (Sivas), en Armenia, que formaba parte del cuerpo de un retablo en la calle colateral izquierda. A pesar de su origen oriental, San Blas obtuvo una notable popularidad en Occidente por su reputación como santo taumaturgo y sanador de las enfermedades de la garganta. En Aragón se le dedicaron iglesias y retablos en distintas localidades durante el siglo XV. San Blas, revestido con los atavíos episcopales de su dignidad, alba, tunicela, capa pluvial de brocado y mitra, se muestra en pie, vuelto hacia el lado derecho, con el báculo en la mano izquierda y gesto de bendecir con la derecha. Se le identifica por el peine de hierro (pectinibus ferreis) o rastrillo de cardar el cáñamo con el que le habrían desgarrado sus carnes durante su martirio, su atributo habitual que tiene al lado. Se encuentra delante de un muro de color gris terminado con crestería gótica que separa la estancia que ocupa del jardín al que pertenecen dos árboles cuya silueta se recorta sobre un fondo dorado. El suelo reproduce un pavimento de azulejos blanco y rojo.
Se trata de una obra de probable procedencia aragonesa como lo sugiere su estilo que permite catalogarla como perteneciente al taller de Miguel Jiménez, pintor natural de Pareja (Guadalajara) pero domiciliado en Zaragoza, donde se encuentra documentado desde 1462 hasta 1505, fecha de su muerte. El modelo de prelado que aquí se nos ofrece lo encontramos en obras documentadas del mismo pintor como en el retablo de San Juan Bautista que procede de Sijena (1494), hoy en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Esta tabla y su compañera, que representa a un santo obispo no identificado (Inv. nº 2.543), pudieron haber formado parte de un mismo retablo dada la similitud, aunque no absoluta igualdad, de medidas y de composición. Este origen común, que no significa que sean obra de una misma mano, es habitual en los pintores Miguel Jiménez y Martín Bernat que gustaban de colaborar en una misma obra, como en el ya citado retablo de la Santa Cruz de Blesa (Teruel), en el de Salvatierra de Esca (Zaragoza) o en los retablos de las iglesias de Pradilla del Ebro y de San Gil abad de Zaragoza, y de la Catedral de San Salvador de la misma ciudad, no conservados.
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