Aunque los lienzos de este conjunto [Escenas de la vida de San Francisco de Asís para la Basílica de San Francisco el Grande de Madrid] son conocidos y mencionados desde antigua, no ha sucedido lo mismo con los bocetos preparatorios pintados por Zacarías para las escenas que le tocaron en suerte [12], y que han permanecido inéditos en las colecciones del Museo Lázaro hasta su recientísima publicación por Bertha Núñez Vernis. [...] Por lo que respecta particularmente a los cuadros del ciclo pintados por Zacarías, anuncian bien a las claras, a pesar de su temprana fecha, las especiales facultades del artista para las escenas de composición pobladas de figuras, su habilidad en la disposición de personajes en el espacio y su claridad narrativa, así como su calidad como dibujante, limpio y preciso, siempre sujero al rigor académico, y su sentido del color luminoso y brillante; rasgos todos ellos aprendidos de su maestro Maella, que serán características determinantes de su obra madura, y que disculpan con creces las lógicas torpezas juveniles, relativas fundamentalmente al planteamiento de los escenarios, algo simples y convencionales.