Crucificado
Crucifixión
Pasión de Cristo
Vida de Cristo
Estatuilla de Cristo muerto con cabeza apenas girada a la izquierda, ojos cerrados, cabello caído por la izquerda y barba, torso corto con huesos señalados, brazos largos extendidos como las manos, que lleva orificios para clavos, más elevado el derecho, paño ceñido hasta las rodillas y piernas cruzadas superponiendo el pie derecho sobre el izquierdo, con agujero para un clavo. Por la espalada tiene una ventanilla rectangular.
Camón clasificó la pieza como obra del siglo XIV. Es evidente que se trata de una figura que procede de una cruz procesional a la que iba clavada con tres clavos. Fuera del contexto que hubiera proporcionado el conocimiento de las características estructurales e iconográficas de la cruz completa, se hace más difícil realizar una clasificación exacta. A pesar de ello, estamos conformes con la propuesta hecha por Camón. La desproporción de la figura, con cabeza grande, torso corto y brazos largos, la forma de marcar la anatomía en el pecho, la longitud del paño y la disposición cruzada de las piernas son rasgos suficientes para datar la pieza en dicha centuria. [...]. Al margen de tales consideraciones, hay que destacar la gran calidad de la figura del Crucificado. Su expresividad es notable y original y cada una de sus partes contribuye a ello: la poderosa y gran cabeza enmarcada por el pelo, el alargamiento de los brazos y manos y su asimetría, la forma geométrica del torso y la marcada anatomía, el amplio paño con pliegues simplificados y el decidido cruce de las piernas. A pesar de la fuerza que emana de la estatuilla, el modelado es bastante plano, tanto por el frente como por detrás.
CAMÓN AZNAR, José. Guía del Museo Lázaro Galdiano. Madrid: Fundación Lázaro Galdiano, 1951. Pág. 18. CAMPS CAZORLA, Emilio. Inventario del Museo Lázaro Galdiano (1948-1950). CRUZ VALDOVINOS, José Manuel. Platería en la Fundación Lázaro Galdiano. Madrid: 2000. Pág. 21-22, nº 1.