La obra representa con exactitud el episodio de la lucha de Hércules con el gigante Anteo, invencible siempre que alguna parte de su cuerpo estuviera en contacto con la tierra. Por esa razón, el héroe le mantuvo alzado hasta que se debilitó tanto que murió. Es una copia fiel de un modelo en terracota realizado por Stefano Maderno en 1622 (Ca d`Oro, Venecia). El escultor partió de un tema clásico y lo transformó en una versión libre mucho más violenta. De las distintas versiones que se conservan, la del Museo Lázaro es la única en la que ambas figuras, Hércules y Anteo, están fundidas juntas con el pedestal y la piel de león no cuelga entre ambas sino que llega hasta la base, sirviendo de eje central y apoyo a la composición. Es un fundición tardía pero de gran calidad.