Escultura de marfil de la Virgen con el Niño. Aparece sentada sobre escabel, con el Niño sobre su rodilla izquierda, jugando ambos con una manzana que sostiene la Madre. Ella viste túnica decorada con flores doradas y ceñida con cinturón, manto sujeto por cordón a la altura del pecho, y sobre el cabello ondulado velo hasta los hombros y corona. El Niño viste túnica decorada con motivos más sencillos. A los lados del escabel aparecen dos pequeños ángeles, de pie, en actitud de adoración. Ambos han perdido parte de los brazos. Además de los restos de dorado en las túnicas, conserva también restos de policromía azul en el manto de la Virgen y rojo en las túnicas de los ángeles. Según Margarita Estella en su artículo "Los historicismos y sus consecuencias para el arte del siglo XX", esta obra, procedente de la colección Hearst. Con la inv. 3073, procedente de la colección Valero, ambas son copias e interpretaciones de la Virgen de Villeneuve de Avignon. Morey ya señalaba otra como falsa que se encuentra en la colección Hearn. En opinión de esta experta no le son propios, a una Virgen gótica, ni los rasgos estereotipados del rostro ni los angulosos pliegues y mucho menos la interpretación del cordón que sostiene la capa.