Conjunto de tijeras y raspador con funda original. Las cuchillas son amplias, planas, dobladas de hierro y labradas con tres planos y muesca. El escudete es proporcionado y capaz. Presentan una decoración mixta de calados y grabados en la que principalmente llaman la atención aquéllos y puede que su elevado número, su distribución, perfección y novedad, sea lo que otorga al conjunto ese carácter excepcional. Los calados realizados en el escudete y los trazados en los brazos de las tijeras puede considerarse que se prolongan con la decoración posterior de los anillos que, en este caso, por ser cerradas las tradicionales Ces o medias lunas, tan normales en las tijeras de Albacete del siglo XVIII, las confiere ese aspecto de "encaje" de hierro que no ha sido superado. El elemento central del trabajo de calados está situado en el escudete y se trata de una gran cruz de Santiago delimitada por zonas vacías que parece la dejan en el aire. Los brazos están formados por unos vistosos sectores curvilíneos en forma de "S" e, incluos, las "Ces" o medias lunas, en este caso, van floreadas en el interior. La clásica peineta o decoración posterior de los anillos está formada, como en otros casos, por dos parejas de "Ces" cerradas, contrapuestas y en disminución para formar el triángulo, alternando con otros elementos, también calados, de nuevo diseño. [...] El raspador está diseñado con un mango plano, de grueso uniforme que recuerda y hace las veces del escudete de las tijeras, precisamente junto a la cuchilla, con un perfil de línea curva muy movida. Como decoración, para darle unidad con las tijeras, presenta en el cuerpo y sobre su eje longitudinal una cruz de Santiago sobre una peana que recuerda una media flor de lis invertida. en el extremo, en hueco, cuatro pequeños adornos, dos laterales iguales formados por un par de "Ces" cerradas, como en la decoración de las tijeras, y otro, un posible corazón, en el extremo. en todos ellos se adaptan y copian, en lo posible, los dibujos calados de las tijeras. La cuchilla se inicia hacia el mango, con un ancho mayor, para después de una graciosa y pronunciada curva, alcanzar el vértice o punta del raspador en elq ue termina el filo o corte. La funda es un estuche, posiblemente con alma de cartón endurecido y con zonas o láminas de madera, todo recubierto de papel decorado con aguas de tintas grises, verdes y ocres. Dispone de dos compartimentos separados para encajar ambas piezas.