La composición de la figura tiene una marcada linea diágonal acentuada por el brazo izquierdo y la pierna derecha que soporta todo el peso del cuerpo, marcando un ligero "contrapposto". El modelo deriva del realizado por Juan de Bolonia como pareja de su famoso "Mercurio volando" (...). El rostro guarda una gran similitud con los prototipos femeninos de Ferdinando Tacca. La forma oval del rostro, el cabello recogido en un moño y peinado de manera muy especial, así como la expresión entre nostálgica y anhelante, pueden considerarse casi una firma de este escultor. Además, el estudio anatómico resulta de una gran elegancia y toda la superficie de la figura ha sido cincelada cuidadosamente, pretendiendo mostrar la suavidad de la piel. El escaso ropaje con que se cubre, que sujeta con la mano derecha, se ha utilizado para crear una ligera sensación de movimiento. Todas estas características, tanto técnicas como estilísticas, son las que nos permiten atribuir esta pieza al escultor florentino, aunque la mayoría de sus trabajos fueron creados para formar grupo con otro personaje, fundidos por separado para colocarlos después sobre una base con paisaje. Queda descartado que el escultor pudiera haber realizado este trabajo durante su corta estancia en España en 1640, con motivo del traslado e instalación de la estatua ecuestre monumental de Felipe IV realizada por su padre, Pietro Tacca, poco antes de morir, ya que por su estilo debe fecharse a partir de 1656, fecha de terminación del frontal de San Esteban.