Aro, ancho, de interior liso y frente abombado, realizado con una fina lámina de oro, relevada al exterior con motivos de lacerías y atauriques (hojas estilizadas con su extremo enroscado) y dispuestas sobre una base endurecida que pudiera ser en origen, mezcla de cera y resinas.
Estos objetos corresponden al tipo denominado ajorcas o axorcas, en grafía antigua, de tipo relativamente común que se diferencia del brazalete en que éste era abridero. Las ajorcas fueron empleadas en ambos brazos, tanto por mujeres cristianas como musulmanas, aunque el modelo pertenezca a este entorno, cuya joyería fue muy apreciada en la baja Edad Media y su uso e imitación constituyó toda una moda a comienzos del renacimiento, difundiéndose sus esquemas decorativos a toda Europa.
ARBETETA MIRA, Letizia. El arte de la joyería en la colección Lázaro Galdiano. Segovia: Caja Segovia-FLG, 2003. p. 215, nº 176. CAMPS CAZORLA, Emilio. Inventario del Museo Lázaro Galdiano (1948-1950).