Pinjante circular con un león sentado, con el cuerpo de perfil y la cabeza de frente, sujeto mediante una cadena a un árbol.El tema del animal atado custodiando, generalmente una arquitectura, está muy difundido en los pinjantes. Además de su simbolismo como vigilante, a menudo, en cuentos populares bretones se encuentra al león como guardián de un castillo misterioso o de un umbral de acceso difícil, uno de los pocos testimonios de la presencia del león en el repertorio simbólico celta. (Martín Ansón, MªL.)