Flores
Sobre un antepecho reposa un ramillete de varias clases de rosas, azucenas, pensamientos y verónicas, junto a otras flores y bayas, entre las que revolotean dos mariposas.
Se trata de un cuadro de flores de evidente calidad y atractivo, perteneciente a la más pura tradición académica europea de los años centrales del siglo XIX, de la que surgieron gran cantidad de artistas especializados en este género, considerado entonces menor en los ámbitos oficiales, y en el que primó fundamentalmente su interés decorativo y la habilidad en la reproducción fiel y perfectamente reconocible de las diferentes especies botánicas, combinadas en muchas ocasiones -como ocurre en el presente lienzo-, con la representación de insectos de llamativos colores, generalmente mariposas, descritos con idéntica intención de fidelidad naturalista, junto a otros alardes de virtuosismo técnico, como las gotas de rocía que brillan sobre la hoja grande de la parte inferior, detalles todos ellos procedentes de la tradición flamenca en la pintura barroca de floreros. El desconocido autor de eset lienzo, en la línea de varios especialistas españoles en el género de flores y frutas de estos años como José Mirabent, Antonio Mensaque ó José Murillo Bracho, demuestra además una especial habilidad en la disposición del sencillo ramo, posado sobre el poyete con aparente descuido, pero en el que están perfectamente equilibradas en su disposición y colorido las distintas flores, bañadas con una luz dirigida desde la izquierda que resalta sus volúmenes y que contrasta con la oscuridad gradual del fondo, que contribuye a marcar la profundidad espacial de la composición.
CAMPS CAZORLA, Emilio. Inventario del Museo Lázaro Galdiano (1948-1950). DÍEZ, José Luis. La Pintura Española del siglo XIX en el Museo Lázaro Galdiano. Valencia: Fundación Bancaja, 2005. p. 427.