Monja
De más de medio cuerpo, arrodillada y acodada a una mesa, en la que hay una calavera y unos libros, abraza apasionadamente un crucifijo.
La obra, de evidente calidad e interés, puede atribuirse con cierta seguridad a Sebastián de Llanos Valdés, el notable maestro sevillano que muestra la doble influencia de Zurbarán y Murillo [...]. [...] el modelo humano y tratamiento de las telas son muy semejantes a los empleados por Llanos Valdés en algunas de sus obras, como la Magdalena de 1658, que publicó Angulo en 1946, o la Santa Catalina de Siena, igualmente reproducida por él. La atribución puede proponerse a título provisional, aunque con íntimo convencimiento de acierto.
CAMÓN AZNAR, José. Guía del Museo Lázaro Galdiano. Madrid: Fundación Lázaro Galdiano, 1951. Pág.81. CAMPS CAZORLA, Emilio. Inventario del Museo Lázaro Galdiano (1948-1950). PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso Emilio. Pintura española de los siglos XVII y XVIII en la Fundación Lázaro Galdiano. Madrid: 2005. p. 76.
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