Considerado hasta ahora como obra anónima, este pequeño lienzo copia el boceto original de Vicente López que se conserva en la colección Masaveu, seguramente preparatorio para el tercero y último modelo oficial de Fernando VII presentado por López para la aprobación real, y que fue finalmente aceptado en sus líneas generales, pero variando los detalles. Así, la postura del rey y los recursos decorativos son semejantes a los que presenta el magnífico retrato firmado por Vicente López en 1834, una vez muerto el monarca y que se conserva en el Palacio de Buenavista, aunque la indumentaria se ha sustituido por el uniforme de gala. [...] Sin embargo, en este caso, la simple comparación y análisis de la técnica de este pequeño lienzo con el de la colección Masaveu, evidencia su carácter de copia, aunque de ejecución correcta y detenida, realizada seguramente por miembros del taller de López para "hacer mano" o mas bien para servir de modelo a las numerosas repeticiones de la efigie oficial del monarca solicitadas al Primer Pintor de Cámara para surtir a las distintas instituciones repartidas por todo el reino.