Las marcas de la obra no corresponden a ningún sistema conocido. Antes bien, tienen todas las características de las que se hicieron desde fines del siglo pasado y a lo largo del presente tratando aproximadamente de imitar las antiguas pero sin copiarlas falsificándolas. El león pasante es marca usada en las ciudades inglesas, pero pasante al lado contrario, que es lo correcto heráldicamente y solo excepción, en algunos años del siglo XVIII, se empleó en Newcastle como aquí se ve. La otra marca es indescifrable pero nos parece que el punzón se fabricó adrede de una manera condusa permitiendo que solo se apreciara un escudo coronado al considerar que es tipo que inspira confianza por muy utilizado en innumerables marcas. El análisis formal d ela pieza confirma la modernidad que anuncian las marcas. El tipo de obra -sobre cuya denominación correcta tenemos dudas, pues no responde exactamente ninguno antiguo- es el de una salva con pie del siglo XVI también llamado taza. La forma del borde que se levanta como continuación del fondo es distinta a la orilla plana que tienen las fuentes. También que el campo d ela salva lleve una representación figurada que lo cubre por entero es característico de estas piezas tanto en Alemania como en Holanda y otros centros europeos durante el siglo XVI. Pero la obra que comentamos no tiene pie y desde ese punto de vista responde al tipo de azafate o cuente má exactamente. El asiento no es propio de las salvas, aunque a veces en un círculo central aparece también figuración como el resto de la superficie. Por tanto, nos emcontramos ante un ejemplar híbrido según lod modelos del siglo XVI. En la figuración se ha querido imitar también modelos de la segunda mitad del siglo XVI. Es posible incluso que prodedan de alguna fuente grabada, aunque si es así no la hemos identificado. Las figuras alargadas y de anatomías muy señaladas, la variedad de composición y escorzo, la tendencia a rellenar el espacio e incluso el mismo asunto belicoso son rasgos que aparecen con frecuencia en la figuración del arte europeo de la segunda mitad del siglo XVI. Pero en esta ocación, la técnica empleada es la que denuncia la modernidad de los relieves. Además, choca profundamente con el adorno del asiento, realizado con técnica por entero distinta. Se trata, por tanto, de una obra que podemos calificar de imitadora de piezas manieritas alemanas -aunque con influjo italiano en las escenas de lucha- propioas de años avanzados del siglo XVI, realizada alrededor de 1900.